Los días 21 y 28 de mayo y 4 de Junio, la Dra. Carolina Scotto, ex rectora de Universidad Nacional de Córdoba (UNC), dictó el seminario “Filosofía del Lenguaje” e invitó a pensar sobre el sentido de la enseñanza de la Filosofía a los jóvenes del nivel secundario y el papel de los docentes en una sociedad atravesada por los cambios de la cultura contemporánea. El seminario se realizó en el marco de las cátedras de Historia de la Filosofía Contemporánea y Epistemología del 4º año del profesorado en Filosofía del Instituto de Formación Docente Pio X Nivel Superior
¿Para qué le sirve la filosofía a un jóven? ¿ Qué desafíos tenemos como docentes de filosofía en la educación del siglo xxi ? Todo aquel docente que entró por primera vez a dar una primera clase de Filosofía se encontró con esas barreras que llevan suelen llevar diferentes nombres: miedo al aburrimiento, desinterés, desconocimiento, entre otros sentimientos que expresan los jóvenes frente a una asignatura que es poco valorada por los estudiantes en el contexto de su multiplicidad de áreas de estudio que propone la currícula del nivel medio. Sin embargo en ese terreno que a priori puede parecer hostil, los docentes tienen una gran oportunidad: ”Lograr que la filosofía sea vista por ellos (estudiantes) como tantas otras disciplinas de su formación en secundaria y luego en la universidad, como herramienta para la vida, no como herramienta desapegada de sus propios intereses vitales. “
En una amena charla, la Dra. Scotto – Profesora de Historia y Dra. en Filosofía – compartió algunas ideas en torno a la importancia del compromiso docente en la “divulgación de la filosofía” por fuera del aula y de la necesidad de acompañar a los jóvenes en los procesos de cambios de la cultura contemporánea.
- En tiempos donde todo es tan efímero, donde prima la cultura de lo inmediato: ¿ qué desafíos tenemos como docentes de filosofía?
El desafío con la enseñanza de la filosofía, sobre todo en los jóvenes, es sensibilizarlos, porque el pensamiento es una herramienta para vivir mejor, para descubrir el sentido de su propia existencia, para insertarse de manera más inteligente en el contexto en el que están, para transformar ese contexto, en definitiva, el pensamiento es una herramienta que les va a resultar útil en el sentido más amplio y abarcativo de la palabra.
- En los últimos años nos encontramos ante una mediatización de la “filosofía” que la podemos
ver reflejada en Darío Sztajnszrajber dando charlas en todo el país o a través de la serie “Merlí”. ¿ Cómo podemos aprovechar los docentes de filosofía en la escuela estos fenómenos para motivar a los jóvenes ?
La divulgación o la transmisión de contenido filosófico por los medios de comunicación es algo en principio positivo, si es hecho con calidad. En general los divulgadores filósofos, son personas con formación universitaria, osea que pienso que puedan utilizarse algunas de esas herramientas en el aula. Al mismo tiempo piense se puede educar en la idea a los profesores de filosofía que están en formación que el destino final de un profesor de filosofía NO ES SOLAMENTE convertirse él mismo en un profesor de Filosofía, sino quizá intervenir en otros ámbitos complementarios de esa tarea , como es la docencia ejercida por otros medios. De participar con su palabra, con su opinión, con sus reflexiones en los distintos foros, espacios de encuentro, escribir una nota en un periódico, discutir con la gente en el barrio sobre algún problema que los aflige. Siempre un filósofo es un miembro de la comunidad que tiene – en principio – más herramientas para la reflexión y el análisis crítico, y lo tiene que poner al servicio de la comunidad de la que forma parte.
- ¿Qué aporte podemos hacer desde la docencia para ayudar a los jóvenes a comprender las problemáticas que nos atraviesan como sociedad?
Los problemas más desafiantes y difíciles a los que los jóvenes son muy sensibles, son los problemas que tienen que ver con el ritmo de las transformaciones de la cultura contemporánea. Además por los medios a través de los cuales es accesible, en principio a todo el mundo, tienen una velocidad, no sólo un carácter efímero, sino un carácter de transformación muy poderoso, acumulativo, tal que en poco tiempo las brechas que se generan entre grupo sociales, grupos culturales, generaciones – adultos y jóvenes por ejemplo- plantean desafíos muy complejos a los maestros y a los profesores. Nos obligan a estar bastantes más atentos, bastante más receptivos, a mantener abierto un proceso de formación y de reflexión permanente mucho mayor, porque sino todos experimentamos la dificultad de poder dialogar con nuestros alumnos, de poder entender su ritmo, su registro, sus fuentes de información, sus manera de expresión, sus intereses. Para mí allí está la gran dificultad.
Lenguaje Inclusivo: Objeto de reflexión conjunta
En los últimos años, la apropiación y el uso del lenguaje inclusivo por parte de los jóvenes se ha extendido de manera notable, trasladando la discusión sobre la “corrección” de su uso al escenario académico escolar. Por consiguiente el debate sobre el uso del “Lenguaje inclusivo” está siendo motivo de debate constante entre docentes e instituciones educativas. El fenómeno crece día a día y se presenta como un complejo entramado junto con el cual los docentes deben caminar en el quehacer de su tarea diaria. La Dra. Carolina Scotto, doctora en Filosofía del Lenguaje, viene estudiando el tema y trabajando en conjunto con otros profesionales de todo el país y nos deja su aporte respecto a cómo los docentes podemos abordar estos debates.
- ¿ Desde la docencia, cómo podemos abordar los debates en torno al lenguaje inclusivo desde una mirada positiva dentro del aula ?
Cualquier transformación cultural que atraviese la vida, los hábitos y las formas de expresión de los jóvenes tienen que ser tomadas en cuenta por los profesores, no tienen que ser rechazadas de plano, inclusive cuando resulten inapropiadas al contexto escolar o cuando resulten, insatisfactorias o empobrecedoras del repertorio léxico de los estilos de expresión de los jóvenes. Pero en particular en caso como este, donde la innovación en las maneras de hablar tiene una motivación, cuando es genuina, tiene que ser tratada con mucha sensibilidad y respeto por los profesores, y tratar de generar un ambiente donde ellos y nosotros podamos hablar con la mayor naturalidad.
El esfuerzo que a veces los adultos tienen que hacer para incorporar ese lenguaje – que tiene una gran explicación que están dando los estudiosos del tema – tiene que ver con la dificultad de modificar las reglas de uso de la lengua que aprendemos desde niños. Esa dificultad hace muy antinatural que los docentes hablen como los chicos hablan, pero al mismo tiempo hace bastante contraproducente el rechazo sistemático en nombre de una “corrección” de la lengua que digamos siempre es relativa. Por relativa no quiero decir que no haya criterios de corrección de la lengua, efectivamente hay maneras correctas o incorrectas de usar la gramática, la sintaxis, el léxico y demás, pero las lenguas por definición, son creaturas vivas que se modifican con el tiempo.
Yo soy de la opinión que estamos viviendo una transición y tenemos que ayudarnos entre todos a reflexionar sobre el tema, pero sobre todo soy de opinión personal que la actitud más inteligente respecto de un tema que es sensible para los jóvenes, caso contrario en tan poco tiempo no habría sido apropiado por ellos con tanta facilidad , no debe ser rechazado de plano por los profesores, debe ser objeto de una reflexión conjunta con ellos que se oriente sobre todo al problema que origina el lenguaje inclusivo, más que a aplicar una regla de corrección sintáctica o gramatical que los jóvenes están deseando modificar para expresar un problema, para expresar la necesidad de un cambio de perspectiva, y ese es el punto. Para mi hay que dejarlos expresarse así y hay que reflexionar sobre el tema de fondo.
Por: Lic. Renzo Aguirres